El estrés postraumático es un problema psicológico que puede tener consecuencias incapacitantes en la vida de una persona, hasta el grado de impedirle realizar sus actividades cotidianas de manera satisfactoria. En este post exponemos algunas claves que te ayudarán a identificarlo y a saber cuándo pedir ayuda. Revisaremos también algunas de las maneras de superarlo.
Estrés Postraumático: Qué y es y qué lo genera.
Las situaciones estresantes como las guerras, los desastres naturales, los secuestros, un abuso sexual, entre otras, suelen dejar síntomas en las personas. Estos pueden ir desde un estado de intranquilidad y de alerta exacerbada, hasta una sensación de verdadero pánico.
En algunas ocasiones, estos síntomas desaparecen en cuestión de pocas horas o días. En otras, pueden durar hasta semanas o meses. Sin embargo, dependiendo de la gravedad de la situación y de su significado para la persona que la ha sufrido, puede ser perfectamente normal.
Pero hay también ocasiones en las que este tipo de situaciones dejan una huella profunda en la memoria emocional y hasta corporal de una persona. Así, es posible que cualquier cosa que remita al suceso estresante original, por insignificante que parezca, desencadene las mismas intensas sensaciones de miedo, pánico, terror o tensión que este provocó. En psicoterapia esto se conoce como «Trastorno de Estrés Postraumático», o «TEPT».
Así, hay personas en México que, nada más llega Septiembre, comienzan a tener las reminiscencias de los sismos de 2017 o de 1985. Y a desarrollar verdaderos síntomas de miedo, pánico o terror.
Cuando los síntomas superan a la persona.
En el mejor de los casos, algunas personas que han padecido las secuelas emocionales de los sucesos traumáticos a los que han estado expuestas los han superado a base de fuerza, de voluntad y de «obligarse» a seguir adelante con su vida como si nada ocurriera. Pero también hay personas cuyo miedo y cuyos síntomas las superan.
Un ejemplo de ello es el caso de una persona que renunció a su trabajo porque su oficina se situaba en la parte alta de un edificio. O el de la señora que decidió invertir su horario de sueño: durante la noche, ella permanecía despierta y alerta para poder despertar a todos en el caso de un eventual terremoto. Pero dormía durante el día cuando todos estaban despiertos. De esta manera, cualquiera podría despertarla en caso de sismo.
O el caso del hombre que decidió vivir en una tienda de campaña en el patio de su casa durante 6 meses.. Como era de esperarse, llegó el momento en que no podía seguir con la incomodidad de dormir fuera de casa. Pero tampoco tenía el valor para dormir dentro.
Lo difícil del Estrés Postraumático.
El Trastorno de Estrés Postraumático requiere atención psicológica no solo en aquellas ocasiones en las que, como en los casos recién mencionados, los síntomas impiden de manera evidente a una persona vivir su vida de manera satisfactoria. También debe ser atendido cuando haya un estado subrepticio pero constante de alerta, miedo o estrés. En estos casos, las cantidades de cortisol en el cuerpo son tan fuertes que la persona podría desarrollar síntomas y problemas físicos moderados o graves. Fatiga crónica, hipertensión arterial, daños en las glándulas suprarrenales son algunos ejemplos.
Uno de los aspectos más difíciles al de tratar a una persona que tiene Trastorno de Estrés Postraumático es, quizás, que la persona vivió un suceso verdaderamente traumático. Por lo tanto, el miedo que queda después puede ser, aunque sea en apariencia, muy racional. Sobre todo en los casos en los que las situaciones traumáticas se repiten de manera correlacional con ciertos estímulos o «gatillos».
¿Podría – por ejemplo – una mujer que ha sido abusada sexualmente dos o tres veces (todas cuando caminaba a plena luz del día por la calle) asegurar que caminar por la calle no es «causa de abuso sexual»? Y si durante toda su vida solamente ha salido a caminar por la calle 5 veces y las 5 veces ha sido abusada sexualmente, ¿podría asegurar que salir a la calle no es «causa de abuso sexual»?
Pensemos en otro ejemplo más cercano. El sismo del 19 de Septiembre de 2017 fue muy traumático para muchos. Y fue precedido por un sismo menor el 7 de Septiempre del mismo año. ¿Podrán aquellas personas para las que el sismo del 2017 fue muy traumático sentirse tranquilas el próximo 19 de Septiembre? Tomemos en cuenta que este 7 de Septiembre se presentó un sismo de notables dimensiones.
Acaso el aspecto más difícil de trabajar con personas que tienen Trastorno de Estrés Postraumático sea que su miedo, dentro de su realidad, realmente tiene sentido.
El tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático.
El tratamiento del Estrés Postraumático requiere de un terapeuta que comprenda que los síntomas que presenta el paciente tienen realmente sentido dentro de su sistema de creencias y de su realidad. El terapeuta debe ser comprensivo, empático y aceptar el miedo del paciente. Pero al mismo tiempo, debe ser optimista en cuanto a las posibilidades de recuperación.
La superación del Trastorno de Estrés Postraumático llega cuando las emociones y los síntomas negativos y apabullantes se «desvinculan» de los sucesos «gatillo» que los generan. Así, la persona puede volver recuperar el control de su vida dentro de sus propios parámetros de normalidad.
Afortunadamente existen en la actualidad muchos métodos y técnicas que pueden ayudar a las personas a lograr la superación del Trastorno de Estrés Postraumático. Estos métodos deben ser aplicados por profesionales expertos. Algunos de estos modelos y métodos son:
– Hipnosis Ericksoniana.
– Terapia Breve Estratégica.
– EMDR.
– TCC (Terapia Cognitivo Condctual).
– Terapia Breve de Resolución de Problemas.
– Terapia Breve Centrada en Soluciones.
– Prácticas Narrativas en Psicoterapia.
Busca ayuda.
Si tienes síntomas en este momento debido al reciente sismo, no te preocupes. Es perfectamente normal. Acepta los síntomas, permítete tener miedo y llorar. Deja que la sensación desaparezca su ritmo y a su tiempo, como un nubarrón que se disipa cuando sus aguas se descargan.
Si persisten las molestias y no te dejan vivir, acércate a un profesional de la psicoterapia. Estamos seguros de que la podemos ayudarte.
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